UGT denuncia que este suceso se vuelve a repetir en el tiempo y la corporación es incapaz de buscar soluciones.
UGT mediante registro de entrada número 2017024915, de fecha 11 de diciembre 2017, denunciaba la situación de inseguridad que viven sus empleados municipales, en especial los del área de bienestar social, solicitando que se adoptaran de manera urgente, las medidas oportunas, tanto técnicas como de medios policiales para la vigilancia permanente y custodia de edificios municipales.
En septiembre de 2019, la comisión ejecutiva tras reunión el Concejal de Recursos Humanos y Policía, le recordó que estaba pendiente (y era materia prioritaria y urgente) que se implantara un control de acceso y custodia en los edificios municipales.
Ha pasado más de dos años y lo único que se ha hecho es promulgar la voluntad de declaraciones de buenas intenciones que luego quedan tristemente en el olvido.
La falta de efectivos policiales no justifica que no se hayan tomado medidas para evitar hechos desagradables como el ocurrido el pasado lunes. A excepción del edificio de la policía, en el resto de edificios municipales no hay control de las personas que entran o salen, en particular el edificio del nuevo Ayuntamiento.
UGT viene solicitando la convocatoria urgente de todas las plazas vacantes de agentes de policía y oficiales de policía que están sin convocar de varias ofertas de empleo público de años anteriores.
La corporación también fue informada a primeros de año mediante un informe del Intendente.-Jefe de la Policía Local, en el que advertía del peligro por la falta de agentes, tanto para la seguridad de los ciudadanos como de los funcionarios.
Desde UGT, lamentamos que no se hayan tomado medidas para implantar un control de vigilancia permanente y custodia de los edificios municipales en los últimos dos años con la finalidad de garantizar la seguridad de los trabajadores. Esperamos que no haya que lamentar ninguna desgracia mayor para que se tomen de una vez por todas las medidas oportunas.
Nos agrada escuchar a la concejal de bienestar social levantar la voz y anunciar medidas urgentes. Esperemos que sus palabras se materializan en hechos reales y no se vuelvan a quedar en una declaración de buenas intenciones como en estos dos últimos años y pueda tranquilizar a los trabajadores de que pueden ir a trabajar con suma tranquilidad y que no van a ser agredidos o insultados.