En septiembre de 2015 los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la ONU firmaron lo que se conoce como Agenda 2030, en la cual se enmarcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esta Agenda representa un compromiso para hacer frente a los problemas y retos que se plantean en nuestro mundo globalizado actual, que se concreta en la consecución de 17 ODS y 169 metas asociadas a éstos.
Dichos objetivos globales tienen como fin último la erradicación de la pobreza, la protección del planeta, la prosperidad y la paz bajo el lema “No dejar a nadie atrás”.
ONU Mujeres es la organización de Naciones Unidas dedicada a promover la Igualdad de Género y el empoderamiento de ellas. Desde ONU Mujeres se trabaja para que los ODS sean una realidad y así lograr un mundo más inclusivo con la Igualdad de Género como elemento fundamental. Para ello es necesario reconocer los problemas que afectan directamente a las mujeres: la crisis económica, el cambio climático, la Violencia de Género y la escalada de conflictos.
Estos problemas están reflejados en los planteamientos de los ODS. Haré un breve repaso de algunos de ellos.
Objetivo 1. Fin de la pobreza
La pobreza ataca directamente a las mujeres. Una de cada cinco niñas vive en hogares con una renta de menos de 1,90 USD al día. Entre los 25 y 34 años, edad de maternidad y crianza, por cada 100 hombres pobres hay 122 mujeres pobres. Para paliar esta brecha se hace necesario garantizar la seguridad económica de las mujeres, así como posibilitar su acceso a servicios básicos, al control de las tierras, de las herencias, de los recursos naturales que, en gran parte del mundo siguen controlados por los hombres.
Objetivo 2. Hambre cero
“El hambre tiene cara de mujer”. En casi dos tercios de los países las mujeres tienen más riesgo que los hombres de sufrir inseguridad alimentaria. Un tercio de las mujeres con empleo trabajan en la agricultura, pero sólo el 13% son propietarias de la tierra. Y en la mayoría de los casos la agricultura que practican es de simple subsistencia para sus hogares.
Para avanzar en la consecución de este Objetivo es necesario reconocer el papel de las mujeres como pilares fundamentales de la producción y la utilización de los alimentos. Son las mujeres las que alimentan a su familia. El acceso y control por parte de éstas de los recursos productivos aumentará el mantenimiento de la productividad agrícola y la lucha contra el hambre.
Objetivo 3. Salud y bienestar
También en este aspecto las mujeres sufren discriminación de género pues, por lo general, cuentan con menos recursos financieros y más limitaciones de movilidad, lo que dificulta su acceso a la atención sanitaria. A esto hay que añadir otros riesgos que socavan su salud tales como su mayor carga de trabajo doméstico, la inseguridad en entornos laborales, la Violencia de Género o los embarazos y partos. Además, las mujeres son cuidadoras de la familia y de ellas depende el bienestar de sus hijos e hijas y también de personas ancianas o dependientes.
Es imprescindible poner en marcha medidas urgentes para eliminar otros riesgos tales como la erradicación del matrimonio infantil, que arruina la vida de las niñas y prestar la máxima atención a promover programas de salud sexual y reproductiva, así como de conciliación familiar.
Objetivo 4. Agua limpia y saneamiento
El 80% de los hogares del mundo sufren escasez de agua. Y son las mujeres y las niñas las que caminan largas distancias para buscarla. Además, en esos trayectos cargan con grandes pesos y en muchos casos están expuestas a sufrir violencia, sobre todo violencia sexual.
Garantizar el acceso al agua permitirá a estas niñas y mujeres tener tiempo para asistir a la escuela, a procurarse ingresos propios y a mantener la salud y la higiene de sus familias.
Podríamos hacer los mismos con el resto de ODS; analizar de qué manera afectan específicamente a las mujeres y niñas y llegar a las soluciones. Si queremos cumplir al máximo posible estos Objetivos, está claro que debemos abordar nuestras acciones con una mirada de género. Las mujeres somos las más afectadas por estos problemas que tenemos que superar, tales como la pobreza, el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la falta de atención sanitaria o la crisis económica. Por eso también se tiene que pensar en nosotras, a la vez que tenemos que ser las más implicadas en conseguir estos retos.
Somos más de la mitad de la población mundial. Nuestras aportaciones para la consecución de los ODS son muy importantes y nuestro liderazgo es fundamental para encontrar soluciones.
Pensando en las mujeres, tendremos más de la mitad del trabajo hecho.
María Jesús Moreno
Secretaria de Igualdad y Movimientos Sociales del PSPV-PSOE San Vicente del Raspeig
