No es que crea que la gestión haya sido impecable, más bien un pequeño caos dentro de El Gran Caos. Me refiero al sistema educativo ante el truncamiento de las clases asistenciales durante este Estado de Alerta. «Aules» la plataforma oficial, donde supuestamente tendría que haber trabajado el alumnado, ha tardado tres semanas en poder acoger el acceso de todos los estudiantes, de todos los cursos, de todos los municipios. Nadie estaba preparado para esto.
Desde el primer día llegaban deberes de las distintas asignaturas, cada una de ellas con unas instrucciones distintas, en tiempo, forma, presentación, entrega y nivel de exigencia. He de decir que a mi me ha resultado imposible organizarlo, estructurar un orden para cumplir con todas y cada una de las tareas de manera pautada. No he sido capaz de establecer un orden en la tarea diaria de Ian, así que los dos vamos a trota caballo mientras los mensajes con nuevas instrucciones siguen llegando y se siguen acumulando. ALgunos nuevos y otros en relación con la faena de la primera semana.
Pero a pesar de ese tremendo caos, de los momentos de resignación, indignación y cabreo. cada vez que abro la web familia, y leo los mensajes dirigidos a Ian no puedo evitar emocionarme. Y entonces me doy cuenta de que aunque el sistema a sucumbido en el caos, no es el sistema el que apoya a mi hijo, a los y las hijas, no es quien les acompaña en estos años tan …… «adolescentes» para ellos. Son las profes y los profes y eso se traduce en mensajes de ánimo, de tranquilidad, de cariño, de muestras de vocación. La emoción se incrementa y tras ver con el aprecio y el cariño que se dirigen a Ian sólo me queda el agradecimiento, la admiración y el orgullo de que sean personas así las que lo acompañen, lo guíen, lo complementen en su día a día fuera del entorno familiar, en definitiva que nos respalden. Que sean ellas y ellos los que hagan sentir a las pequeñas personas en edad estudiantil grandes personas con una importante valía y les otorguen el merecido reconociendo a su importante esfuerzo en esta extraña situación.
No he aplaudido ni una sola vez desde el 14 de marzo en el balcón, no creo en los héroes, al fin y al cabo siempre los he visto como personajes efímeros, a los que tan poco tardamos en idolatrar como en olvidar o lo que es peor, en sustituir. No creo en los héroes pero sí en las personas que en su día a día, con su esfuerzo, mueven el mundo porque ellas son las que perduran en el tiempo con sus actos. Y se les distingue porque a ellas no se les idolatra, se les respeta.
Y si me permiten señoras y señores desde este aislado lugar quiero rendirles todos mis respetos a todo el personal docente, a todas y todos los profes y las profes que están pasando un mal trago por cómo solventar esta situación de la manera más llevadera posible. Esos grandes olvidados de esta crisis que han sido las niñas y los niños tienen suerte de contar con que detrás de un sistema encontremos personas como ustedes.
Y sin desmerecer a nadie, una especial mención al profesorado de 1ºB del I.E.S. San Vicente.
Gracias por hacer que me emocione. Gracias por transformar la indignación en comprensión.
MAr Puig
Una madre encantada.
