Con respecto a la renuncia de la concejal Belén Arques presentada en el día de ayer y el comunicado que se ha publicado en la prensa, quisiera hacer las siguientes declaraciones:
En primer lugar, mostrar mi respeto más absoluto a la decisión que ha tomado y agradecer las palabras en su despedida, pero sobre todo agradecer y reconocer su trabajo, su compromiso con los vecinos y vecinas de San Vicente, pese a tener que compatibilizar su labor en el Ayuntamiento con el realizado en el Colegio Raspeig, en el que es directora.
Destacar la capacidad de trabajo y de diálogo que ha demostrado en estos cerca de 2 años que ha ostentado las concejalías de Educación y de Sanidad, Consumo y Bienestar Animal, una verdadera defensora de los animales y una persona de gran valía a la hora de enfrentar los problemas y buscar las soluciones, con un trato muy cordial tanto con los funcionarios como con los compañeros de las diferentes fuerzas políticas, y a la que será difícil sustituir. No hay que olvidar que hablamos de la número 2 de la lista y portavoz adjunta del grupo municipal socialista.
Me entristece que su marcha haya tenido que ver con una decisión personal, pero agravada por la situación que vive el grupo municipal y por no estar de acuerdo con la posición de algunos compañeros de deslealtad con el alcalde.
Supongo que habrá tenido que ser difícil tomar la decisión, pero seguro que la situación debe haber sido complicada y ha hecho mella en su estado de ánimo. Creo que es momento de reflexionar y decidir si “trabajar por San Vicente está por encima de los intereses de algunas personas y dejar los ataques y los conflictos”.
Duele comprobar, pese al momento tan delicado en lo sanitario y en lo económico como el que estamos viviendo, además del inmenso trabajo que me consta que realizan mis compañeros del grupo municipal, hay quien ya esté pensando en 2023 olvidando para qué fuimos elegidos por nuestros vecinos y vecinas, no es momento de malgastar tiempo y esfuerzo en disputas palaciegas, sino de encauzar toda nuestra energía y dedicación en solventar los importantísimos problemas de la Ciudadanía.
Han pasado muchas cosas y seguramente ha llegado el momento de tomar decisiones para reconducir la situación actual. Quiero agradecer a Belén el compartir conmigo sus vivencias en estos últimos tiempos y hacerme ver lo que está ocurriendo a mi alrededor con un grupo de concejales, que no es sorpresa ni para el interior del ayuntamiento, ni para innumerables vecinos y vecinas, pero que no se pueden dejar pasar por el bien del trabajo diario en el Ayuntamiento, ni del propio PSOE en San Vicente, las desavenencias no son nuevas, pero han llegado a unos límites insostenibles para un mínimo de convivencia.
Y por si a alguien se le ocurre anunciar que con estas declaraciones se rompe el grupo o el partido, que se pare a pensar qué es lo que está haciendo, y si es un comportamiento normal dentro de un grupo de trabajo.
Mi única pretensión como alcalde es hacer una llamada a la reflexión y a la unidad porque todavía estamos a tiempo, con el respeto que cada uno se merece en el cargo que ocupa, y dejar de poner al grupo municipal bajo los intereses personales de alguno de sus componentes.
El problema nunca ha sido contarlo, sino hacerlo.
O alguien está buscando repetir la historia del PSOE en San Vicente.
