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Medio Ambiente expresa su rechazo al plástico de un solo uso con la exposición ‘Fósiles del siglo XX’

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Con el objetivo de concienciar a la ciudadanía del grave impacto ambiental que originan los plásticos de un solo uso, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig inaugura mañana, 16 de febrero, la exposición ‘Fósiles del siglo XX, la historia el plástico a través de las bolsas’.

La muestra permanecerá abierta por las mañanas para público escolar, de 9.15 a 13.00 horas. El público general podrá visitarla los jueves 17 y 24 de este mes de febrero, de 17.00 a 20.00 horas. ¿Por qué las llamamos los fósiles del siglo XX? El departamento de Medio Ambiente explica que “algunos plásticos tardan hasta 500 años en degradarse, por lo que es muy posible que los científicos y paleontólogos se encuentren este tipo de material en los yacimientos que se investiguen dentro de 300 años.

Para el concejal de Medio Ambiente, David Navarro, desde el ámbito local puede y debe contribuirse a concienciar a la ciudadanía de la importancia de reducir, e incluso eliminar, el plástico de un solo uso. Navarro considera que el futuro de los plásticos no pasa sólo por reciclar más; también, y sobre todo, por dejar de usarlos. Es la línea que están siguiendo las normativas más pioneras en gestión de residuos para atajar la contaminación por plásticos en la Unión Eurepea.

Según Naciones Unidas, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo y solo un 9% llegan a reciclarse. Sólo en Europa se producen cada año alrededor de 27 millones de toneladas de basura plástica, de la que apenas un tercio recibe un segundo uso. Además, y según un reciente informe de WWF, España es el segundo país, detrás de Turquía, que más plástico está vertiendo al Mediterráneo.

Es un elemento que tiene un impacto ambiental considerable, ya que aparecen desde los océanos hasta los rincones más remotos de nuestro planeta. En medio del Océano Pacífico se ha formado lo que se llama la Isla de Plástico, con una superficie como toda Centroeuropa, compuesta por más de 100 millones de toneladas. La solución pasa por reducir el consumo de estos elementos, empelando la bolsa de tela o de rafia.

La bolsa de plástico puede considerarse como un producto del cambio social en el siglo XX, un símbolo destacado de nuestra sociedad de consumo de usar y tirar. Algunos países han puesto ya restricciones en la fabricación y uso de las bolsas, con un cambio hacia el uso de la bolsa de papel, o el empleo de otros materiales biodegradables, los bioplásticos, a base de almidón de maíz o patata.

Wilfried Ludwig ha recopilado miles de bolsas de plástico a lo largo de los años, para enseñarnos la historia de este objeto cotidiano, presente en todos nuestros hogares.