La contratación de dos años más una posible prórroga cuenta con un presupuesto máximo de más de 47.000 euros, siempre y cuando se ejecute el tercer año
El área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha sacado a licitación la contratación de un nuevo servicio de intérpretes en lengua de signos para realizar, por primera vez, la traducción de actos municipales para personas que sufran discapacidad auditiva.
La concejal responsable del área, Mariela Torregrosa, ha declarado que “es una magnífica noticia para todos que estemos dando los pasos finales de un camino tan necesario como es el poder dar un servicio de interpretación de lengua de signos en directo durante actos municipales, haciéndolos porfin accesibles a todo el mundo”.
El proyecto municipal cuenta con un presupuesto máximo de 31.460 euros, a repartir entre los dos años para los que está programada la contratación. Sin embargo, el importe podría aumentar hasta los 47.190 euros si el Ayuntamiento decide ejecutar la prórroga de un año adicional.
Este iniciativa pionera en el municipio consiste en la interpretación y traducción de la información del lenguaje oral al lenguaje de signos, por un técnico superior en interpretación de la lengua de signos, con el fin de asegurar la comunicación entre las personas sordas, con discapacidad auditiva o sordociegas, que sean usuarias de esta lengua, y su entorno social.
Los servicios contarán con un máximo de 200 horas durante los 365 días del año, distribuidas de acuerdo a las necesidades del Consistorio y en dos franjas horarias, la ordinaria, que comprende de lunes a viernes, entre las 7:30 de la mañana y las 21 horas y la extraordinaria, que abarca de lunes a viernes a partir de las 21 horas y sábado y domingos en cualquier horario.
Las personas encargadas de realizar la labor de interpretación deberán contar con la acreditación de intérprete de lengua de signos española, expedida por la Confederación Estatal de Personas Sordas y/o Título de Grado Superior de Formación Profesional de Técnico Superior en interpretación de la lengua de signos, Técnico Superior en Mediación Comunicativa, o cualquier otra titulación oficial que les habilite para ejercer esta actividad.