La Concejalía de Medio Ambiente ha decidido ampliar en 100 unidades más el número de trampas de feromonas para controlar la procesionaria. La edil del área, Nuria Pascual, ha señalado que ha habido muchas peticiones por parte de los vecinos y vecinas de San Vicente. “La demanda ha sido muy alta y se han agotado las primeras 200 unidades que se habían adquirido”. Nuria Pascual señaló que “teníamos previsto adquirir más si había muchas peticiones, como así ha sido”.
Las feromonas se pueden recoger en la Concejalía de Medio Ambiente, en la tercera planta del ayuntamiento, de 8 a 14 horas. Es necesario el DNI para comprobar la dirección que acredite que es vecino de San Vicente.
La cápsula que el ayuntamiento facilita de manera gratuita a los vecinos, se tiene que colocar dentro de una caja, que se sitúa en una rama elevada del pino. El macho adulto es atraído por el olor de la feromona y entra en la caja, de la que no puede salir. Así se evita la fecundación de la hembra. Nuria Pascual informa de que además se da un folleto explicativo con las instrucciones precisas sobre la colocación de la pequeña cápsula que contiene las feromonas en el interior de la caja así como la distancia y lugar en que se ha de ubicar en el árbol.
Este control biológico de la procesionaria del pino también se llevará a cabo en las pinadas municipales. Nuria Pascual confirma que se dispondrán de feromonas en las pinadas de la Cañada Real, en la carretera de La Alcoraya, y en las inmediaciones del Camí de la Sendera. “Nos gustaría hacer un llamamiento al civismo, ya que el año pasado muchas de las cajas con feromonas que se instalaron en las pinadas municipales desaparecieron. Esperamos que en esta ocasión se respeten, ya que si no están el tiempo suficiente, pierden su efectividad”.
La procesionaria del pino es una mariposa nocturna defoliadora, que se alimenta de las agujas y brotes de varias especies de pinos. Aunque depende de las condiciones climáticas del año, el vuelo del adulto se registra entre junio y septiembre. Las larvas aparecen entre los meses de septiembre y enero, mes este en que se desarrollan los bolsones que cuelgan de las ramas. Febrero, marzo y abril son los meses en que se ven moverse en procesión a las larvas, que con sus pelos urticantes provocan alergias e irritaciones en personas y animales.
