La Concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento de San Vicente ha propuesto al Ministerio de Fomento como alegaciones al Estudio Informativo que el trazado del futuro “Tren de la Costa” transcurra en paralelo a la autovía A-70. De esta forma el recorrido de la nueva infraestructura que enlazaría por el litoral a Valencia con Alicante, “sería más beneficioso para la ciudadanía y más rentable desde el punto de vista socioeconómico ya que conectará a municipios como Mutxamel, El Campello, Villajoyosa, Torrellano, Elche o Benidorm con la universidad o el aeropuerto, a modo de servicio de cercanías”, según ha declarado la concejala responsable del área, Mariló Jordá quien ha asegurado que “pese a las alegaciones el ayuntamiento es favorable a la construcción de nuevas infraestructuras”.
Por el contrario, el trazado elegido por el ministerio transcurre pegado a la autovía de peaje (AP-7) que pasa el Pozo de San Antonio donde “existen entre 10 y 15 propietarios cuyas casas podrían ser expropiadas”. Jordá ha asegurado que mantendrá en septiembre una reunión con la plataforma de afectados “para informarles sobre el proyecto y los pasos que está dando el ayuntamiento”.
El informe del ministerio avanza que esta inversión es poco rentable ya que las ratios coste/beneficio referidos a parámetros financieros (costes de inversión y mantenimiento, explotación, ingresos por billetaje) y socioeconómicos (ahorro de tiempos de viaje, menor accidentalidad y contaminación) son muy inferiores al 100%, “en torno al 11 y el 52%”.
En mayo de 2015 el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente en su estudio de Evaluación del Impacto Ambiental que precede al informe de Fomento propuso distintas alternativas, entre ellas los tramos de vía 6A y 6B que transcurren pegadas a la AP-7 y A-70 respectivamente. En ese momento el ayuntamiento le comunicó que prefería la variante 6B pero desde Madrid se decantaron por la que transcurre pegada a la AP-7 por ser el menos desfavorable desde el punto de vista de su rentabilidad.
Fomento pretende que la infraestructura se convierta en una línea de altas prestaciones con escasas paradas. El estudio plantea la ejecución del corredor en cuatro fases: la primera entre Gandia y Oliva (2017); la segunda entre Oliva y Denia (2020); la tercera entre Alicante y Benidorm (2025); y la última entre Denia y Benidorm (2030).
