El uso de pulseras inteligentes para monitorizar constantes vitales está más que normalizado. En cambio, pese a la fiabilidad de los sensores gracias al avance tecnológico y a su abaratamiento, es difícil encontrar aplicaciones destinadas a un control médico. Con este objetivo, la recién egresada en Ingeniería Multimedia por la Universidad de Alicante, Gala García, ha desarrollado un sistema para detectar ataques epilépticos nocturnos en niños y niñas con Daño Cerebral Adquirido (DCA). “Sufrir un ataque epiléptico durante la noche ocurre con cierta frecuencia, por lo que un aviso temprano puede ser vital para evitar que el paciente pueda tener consecuencias graves”, explica la creadora de esta tecnología.
Conectado a un móvil y a una pulsera inteligente, que monitoriza ritmo cardiaco, temperatura corporal y oxígeno en sangre, la App Epilepsia_DCA alerta mediante mensajes al móvil a los familiares y/o cuidadores cuando se detectan valores que predicen un riesgo de posible ataque epiléptico. “De esta forma, se pretende que los cuidadores tengan una mayor tranquilidad al poder recibir una aviso cuando se esté produciendo la crisis logrando, a la vez, una mayor autonomía al no ser obligatoria una vigilancia presencial continua”, señala.
En el mercado han aparecido una gran cantidad de pulseras inteligentes orientadas inicialmente a monitorizar la práctica deportiva. Algunos de estos dispositivos empiezan a incorporar sensores más sofisticados que pueden ayudar a prevenir o diagnosticar determinadas dolencias con ayuda de profesionales especializados.
En este sentido, existen algunas aplicaciones en el mercado que tratan el problema de la epilepsia pero ninguna de ellas se ha centrado en personas con daño cerebral y en particular en niños. “Para desarrollar el proyecto he estudiado las pulseras existentes y decidí utilizar el modelo Angel Sensor por ser el que incorporaba un mayor número de sensores para monitorizar diferentes variables que permiten predecir los ataques”, explica Gala García.
“Aunque de momento se ha conseguido un prototipo, queda mucho trabajo por hacer y el siguiente paso es el uso del dispositivo por familias con niños y niñas que padecen estos ataques para afinar su funcionamiento y adaptarlo a la situación de cada paciente”, señala la egresada de la UA.
El proyecto ha contado con la tutorización del profesor del Departamento de Tecnología Informática y Computación de la Universidad de Alicante, José García, y la colaboración de asociaciones de pacientes con Daño Cerebral Adquirido de la provincia de Alicante como APSA y ADACEA. Además, han participado de forma desinteresada las doctoras María Portugués y Lidia Hernández, conocedoras de la patología que han guiado y aconsejado a Gala García con respecto a los síntomas que pueden predecir un inminente ataque.