Los concejales han realizado una ronda de encuentros con las entidades de vecinos, fiestas, empresarios, mayores y ciudadanos en general.
Los concejales del Partido Popular han mantenido diversas reuniones con las asociaciones de San Vicente del Raspeig para informarles de primera mano sobre el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y, particularmente, de la prolongación de la línea 2 del TRAM. La ronda de contactos ha incluido a entidades vecinales, de las fiestas de Moros y Cristianos y Hogueras, personas mayores, empresarios y ciudadanos en general.
El concejal Antonio Carbonell ha explicado que “con estas reuniones hemos tratado de explicar a los vecinos las modificaciones que la Concejalía de Urbanismo introdujo de forma unilateral en el PMUS que dejó elaborado el Partido Popular, y que básicamente suponía dejar en manos de la Generalitat la prolongación o no del TRAM, en lugar de plantear al Gobierno valenciano una propuesta clara de cómo quiere San Vicente su transporte y su ciudad”.
Carbonell ha añadido que “afortunadamente parece que la concejala de Urbanismo ahora va a rectificar y va a mantener en el PMUS la prolongación de la línea 2 del TRAM, tras darse cuenta de que no cuenta con el apoyo ni de sus socios de gobierno, ni de la oposición, ni de la mayoría de asociaciones ni de su propio partido, dado que Esquerra Unida ha anunciado que presentará alegaciones al PMUS solicitando la prolongación por Ancha de Castelar”.
El grupo municipal del PP considera que la prolongación de la línea 2 del TRAM es un proyecto irrenunciable a medio plazo, que habrá que consensuar con vecinos y comerciantes y recoger sus sugerencias al tratarse de un tramo de carácter urbano en el que hay que compatibilizar el paso del tranvía con la actividad comercial, el tránsito peatonal y las fiestas, lo que requerirá de un tratamiento distinto al tramo ya ejecutado que llega hasta el centro de salud II.
Antonio Carbonell ha explicado que nuestro planteamiento consiste en descongestionar el tráfico en la ciudad, y para ello lo más lógico, coherente y de sentido común es que el TRAM y el resto del transporte público circule por el centro para recoger al mayor número posible de viajeros mientras que el tráfico de vehículos se distribuya por las vías de circunvalación siguiendo el modelo llevado a cabo en multitud de ciudades españolas y europeas.
