Beviá: “El Grupo Popular sabe que difícilmente da tiempo a tramitar una propuesta que además de demagógica y populista puede crear falsas expectativas a los ciudadanos”
El concejal de Hacienda, Alberto Beviá, ha solicitado hoy un informe técnico para conocer si la rebaja del tipo del Impuesto sobre Inmuebles Bienes (IBI) para 2018, aprobada en el Pleno del pasado miércoles a propuesta del Grupo Municipal Popular, puede ser efectiva durante el próximo año, ya que la modificación de esta ordenanza fiscal requiere de unos plazos legales que difícilmente pueden cumplirse.
“Vamos a ser cautos y a esperar el informe, pero lo cierto es que si el día 1 de enero esta modificación no está aprobada definitivamente, la Ley impide que pueda entrar en vigor”, ha declarado el concejal. Hay que tener en cuenta que una vez aprobado por el pleno el cambio del tipo impositivo (del 0,7670 al 0.7287), éste debe someterse a unos trámites (exposición pública, resolución de alegaciones si las hubiere, publicación en el BOE…) con unos plazos legales insalvables. “Hoy mismo he dado las instrucciones para que la tramitación del nuevo tipo de IBI se realice de la forma más ágil posible”, ha asegurado el concejal.
Para Beviá, la propuesta del PP aprobada en el pleno con el apoyo de Ciudadanos, Sí se puede y los ediles no adscritos, puede quedarse en un brindis al sol. “El PP sabe que puede no llegar a tiempo; debería haberla planteado mucho antes, porque conocen perfectamente los plazos y, al final, todo puede quedar en una falsa expectativa para los ciudadanos”.
Tanto en el fondo como en la forma, el Gobierno municipal ha censurado la moción del Grupo Popular. “Es una propuesta demagógica, populista e irresponsable, porque el PP propone bajar el IBI sin decir de qué servicio público o de qué inversión se recortará el dinero (630.000 euros) para compensar esa pérdida de ingresos. Desde la oposición es muy fácil pedir que se rebajen los impuestos, pero lo responsable es explicar también de dónde se va a recortar para cuadrar las cuentas”, ha criticado el concejal.
Y es que, según el responsable de las arcas públicas, los 630.000 euros que suponen la aplicación del tipo impositivo que ha aprobado el pleno tendrán que descontarse de servicios públicos básicos o de inversiones. “Por nuestra parte no estamos dispuestos a condicionar ni las inversiones, ni los servicios públicos básicos, ante una propuesta populista e irresponsable que puede acarrear consecuencias para un futuro inmediato”, ha dicho.
“El PP sabe que con el superávit conseguido no es posible bajar el tipo impositivo del IBI y a pesar de ello lo propone al Pleno”, denuncia el concejal, quien explica que según la Ley de Estabilidad Presupuestaria cualquier medida normativa que suponga una disminución en la recaudación acarrea, de forma automática, una disminución en el gasto por igual cuantía, y ello con independencia de que se disponga de más ingresos totales que de gastos totales. Por ello “la propuesta del PP en ningún caso supondría una disminución del superávit”, razona el edil.
Beviá asegura que con el superávit presupuestario el Ayuntamiento de San Vicente ha logrado sanear las cuentas públicas y, además, realizar inversiones sostenibles que generan actividad económica y empleo en el municipio, inversiones que han valido al Consistorio el reconocimiento expreso del Ministerio de Hacienda. Según el concejal, tampoco estaría justificada la propuesta de PP de bajar el IBI si se comparan los impuestos del municipio con la carga fiscal de otras poblaciones. Según datos de la Sindicatura de Cuentas, la presión fiscal que soportan los ciudadanos de San Vicente es de 417 euros por habitante mientras que la media de la provincia de Alicante asciende a 642 euros. La media de las poblaciones de más de 50.000 habitantes de la Comunidad Valenciana es de 593 euros.