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Luis Beviá, tres décadas dedicadas al teatro

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El sanvicentero Luis Beviá ha dedicado su vida al teatro, sin abandonar nunca sus raíces y haciendo de embajador de San Vicente del Raspeig por el mundo entero. Actualmente compagina sus actuaciones de pompas de jabón, con la representación de compañías de espectáculos, junto a su hermana Lucía,  al frente de una productora internacional.

Luis Beviá pertenece a una familia con mucho arraigo en San Vicente del Raspeig. Se define a sí mismo como “un hombre muy del poble”, lo que no le ha impedido viajar por todo el mundo porque, como él mismo reconoce, “aunque he salido muchas veces, siempre he vuelto”.

Comenzó su andadura teatral en el inicio de la década de los 80, haciendo sainetes con el grupo de Teatro Raspeig. Trabajó haciendo cortometrajes con el también sanvicentero, Adán Aliaga, hasta que se marchó a Madrid y a Barcelona. Pero el territorio nacional pareció quedársele pequeño y Luis Beviá saltó el charco para conquistar América.

“Mi hermana Lucía se fue a Madrid para ser actriz y le enviaron una carta para el casting de La Guerra de los Mundos, donde ponía L. Beviá”, le explica al alcalde de San Vicente, Jesús Villar, “como ella no podía ir y la inicial coincidía con la de mi nombre, me presenté yo y me cogieron de protagonista en Valencia”.

Beviá ha tenido sus “filtreos” con la televisión, pero se define como “un hombre de teatro” donde ha hecho de todo. Ha dirigido el Teatro Arenal de Madrid, ha trabajado con grandes de la escena como Pep Bou, con quien compartió espectáculo de burbujas durante 10 años, ha formado parte de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con Adolfo Marillach y fue ayudante de dirección en el Festival de Teatro Clásico de Almagro.

Confiesa que “sería incapaz de hacer otra cosa que no fuera teatro”, aunque reconoce que “también me ha quitado muchas cosas. En esta profesión vives siempre en el abismo porque nunca sabes qué va a pasar”.

El alcalde, Jesús Villar, le ha reconocido “la enorme capacidad de trabajo, el esfuerzo y sacrificio que implica una carrera como la suya, así como la satisfacción de contar con un gran profesional del teatro como embajador de San Vicente por todo el mundo”.

“Ahora me dedico más a la producción junto a mi hermana Lucía. Yo me encargo de la parte más teatral”. Su expasión parece no tener límites. “Llevamos 18 compañías internacionales con varios espectáculos y tenemos presencia en los festivales de Bogotá, México, Guadalajara y Cohavila”. También hago giras por toda América con mis actuaciones de burbujas”.

Ahora trabaja en la ciudad eslovena de Lubljana, en el Ópera House, con el Ballet Nacional de Eslovenia.