El Gobierno municipal de San Vicente ha señalizado una de las dos entradas del refugio antiaéreo emplazado en el subsuelo del centro de la ciudad, la de la plaza Lillo Cánovas. Esta estructura defensiva cuenta con un nivel de protección integral según el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de San Vicente del Raspeig. El refugio fue construido en el año 1937 para la defensa de la población civil en caso de ataques aéreos. Hoy se ha dado el primer paso para abrirlo al público y ponerlo en valor.
“Cumplimos el compromiso del Equipo de Gobierno de dar visibilidad a una parte muy importante de la historia marcada por una etapa muy dura”, ha declarado el alcalde de San Vicente, Jesús Villar. “Es habitual que padres y abuelos cuenten historias de este refugio, y yo me he emocionado al recordar que mi madre, que vivía aquí al lado, me hablaba de cuando entraban y salían del refugio”, ha agregado el primer edil, quien ha asegurado que en breve se hará visitable de una forma ordenada, posiblemente con peticiones previas.
La concejala de Urbanismo, Infraestructuras y Servicios Urbanos, Mariló Jordá, ha informado de que la actuación municipal consiste en la sustitución de la vieja trapa de acceso de la entrada del refugio por la plaza Lillo Cánovas por una estructura acristalada con un punto de luz. Se ha instalado asimismo una placa grabada con la leyenda: “Acceso al Sistema de Refugios de la Guerra Civil”. Y en breve se colocará un vinilo explicativo.
“Hoy recuperamos la memoria reciente de personas que aún viven y se refugiaron aquí del golpe militar fascista”, ha declarado la edil, quien ha agradecido la colaboración del Cercle d’Estudis Sequet pero Sanet en esta iniciativa y ha aplaudido la presencia de la Comisión Cívica de la Memoria Histórica de Alicante en el acto. La edil ha apuntado: “con esta actuación damos cumplimiento a una moción de Guanyar de condena al Golpe de Estado del 18 de julio y al Régimen Fascista que, en uno de sus puntos aprobados por el pleno municipal, acordó “recuperar la memoria histórica, rehabilitando y abriendo a la ciudadanía los refugios antiaéreos de nuestra localidad”. Antes, en la última sesión plenaria de la anterior Corporación municipal, se acordó unánimemente una propuesta del entonces edil socialista y hoy alcalde, Jesús Villar, para “el inicio de los estudios técnicos para la habilitación del antiguo refugio antiaéreo situado en la plaza Lillo Cánovas”.
“Desde el área de Cultura estamos muy satisfechos con la apertura del refugio de la plaza de Lillo Cánovas”, ha dicho el concejal titular de este departamento municipal, Ramón Leyda. “Seguimos avanzando en el cumplimiento del decálogo de prioridades que marca la actividad de la Concejalía y, en este sentido, ponemos en valor la recuperación de aquellos lugares emblemáticos de nuestra historia con acciones que ayudan a conocerla y que, poco a poco, ponemos a disposición de la ciudadanía”. A su entender, San Vicente tiene mucho que ofrecer en cultura y patrimonio y nuestro deber es divulgarlo y fomentarlo”.
Según el estudio arqueológico del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de San Vicente, la galería de Lillo Cánovas está formada por un pasillo abovedado de 1,70 metros de ancho por 190/2 metros de alto, a la cual se desciende mediante escaleras en ‘L’ para evitar la penetración de la metralla. A lo largo de las galerías existen 13 áreas de descanso dotadas de un banco corrido. Los muros de contención parecen ser de mampostería enfoscados con mortero de cemento y las bóvedas están hechas de tres rocas de ladrillo hueco. Existen respiraderos ejecutados mediante tubos cerámicos que actualmente están obturados.
