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El Ayuntamiento apuesta por aumentar la protección del suelo no urbanizable de mayor valor ambiental

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Un estudio elaborado por la Universidad Miguel Hernández ha analizado de forma pormenorizada el suelo rústico o no urbanizable de San Vicente del Raspeig para conocer cuál es su capacidad de acogida de nuevos usos. Sobre todo este estudio planea la necesidad de aumentar la protección de los suelos de mayor valor ambiental, una idea compartida por el Gobierno local. Este trabajo sirve de base para la confección del apartado de suelo no urbanizable del nuevo Plan General Estructural del municipio.


La concejala de urbanismo, Mariló Jordá, ha explicado que el conocimiento de la capacidad de acogida de los usos del suelo rústica “nos permitirá zonificarlo pormenorizadamente en las diferentes zonas de ordenación que marca la legislación urbanística”. En San Vicente, la clasificación como suelo no urbanizable (todos lo que se encuentren en la situación básica de suelo rural) supone una superficie de 2.645 hectáreas (66,2% del término), de las que 1.778 se consideran como de especial protección. Considerando la consolidación y características de estos suelos, se estima su capacidad residencial en 1076 viviendas.

 

La concejala de Medio Ambiente, Nuria Pascual, considera que las conclusiones de este estudio pueden ser herramientas válidas para que el nuevo Plan General Estructural sea una oportunidad de proteger más zonas consideradas de valor ambiental, y también una forma de mantener un territorio que promueva la sostenibilidad de los servicios. Aunque la mayor parte de los suelos protegidos o a proteger se encuentran en la zona norte y el desarrollo urbano tienda a ir hacía el sur, esto no quiere decir que en la zona urbana no se puedan recuperar zonas verdes.

 

El proceso llevado a cabo con el presente estudio, presentado públicamente el pasado jueves por la tarde, trata de definir y delimitar unas unidades homogéneas cuyos rasgos determinantes sean los de sus cualidades naturales o ambientales. Se busca una división espacial de la totalidad del territorio configurado por los suelos no urbanizables, en unidades ambientales irregulares extensas, buscando la similitud de los elementos que las definen mediante la combinación de indicadores ambientales. Los indicadores ambientales utilizados habitualmente son: la topografía, la vegetación, los usos del suelo y el paisaje.

 

En este trabajo se han establecido para el territorio municipal de San Vicente las siguientes tipologías de unidades ambientales:

 

  1. Áreas montañosas y escarpadas.
  2. Piedemonte con matorral mediterráneo.
  3. Áreas agrícolas con cultivos de regadío.
  4. Áreas agrícolas con cultivos de secano.
  5. Áreas agrícolas de cultivos abandonados.
  6. Áreas forestales y de repoblación forestal.
  7. Áreas rurales con cultivos dispersos.
  8. Ramblas y barrancos.
  9. Áreas afectadas por actividades extractivas mineras.