El mes de enero se cierra con 10 mujeres asesinadas, una cifra que provoca escalofríos, rabia e impotencia. En nuestro municipio actualmente existen 65 casos abiertos y 62 víctimas que están en riesgo de sufrir algún ataque machista.
Las políticas en materia de género, que tanto reclamamos las feministas, se están llevando a cabo poco a poco y muy lentamente. En San Vicente del Raspeig se realizan charlas de sensibilización, minutos de silencio cada vez que una mujer es asesinada y se ponen en marcha políticas enfocadas a alcanzar la igualdad real y efectiva.
Pero ¿realmente es suficiente? En lo que llevamos de legislatura se han presentado numerosas mociones, coincidiendo con el 8 de marzo y el 25 de noviembre, exigiendo una implicación por parte de la corporación local para declarar a nuestro municipio libre de violencias machistas. Sin embargo, estos acuerdos no han llegado a buen término, ya que la mayoría de ellos no se han cumplido. En febrero de 2016 se aprobó por unanimidad una moción para crear un Pacto Ciudadano Contra la Violencia de Género, una iniciativa que contase con respaldo del tejido asociativo local, partidos políticos y la ciudadanía en general, con un único objetivo: trabajar conjuntamente para acabar con esta lacra. En febrero de 2019 todavía estamos esperando que se inicien los trámites para crear dicho pacto.
Lamentamos que no se tomen en serio las reivindicaciones feministas y, más aún, que la Concejalía de Policía y Recursos Humanos se pasen la pelota y dejen el servicio de VioGén reducido a tres agentes (en la actualidad uno de ellos está de baja sin sustitución), número insuficiente para poder hacer efectivo un seguimiento a las víctimas.
Pero trabajar la igualdad va mucho más allá. Las violencias que sufrimos las mujeres son las más visibles, pero existen otras discriminaciones y dificultades a las que nos enfrentamos las mujeres diariamente. Por ello, un Ayuntamiento que se proclama defensor del feminismo no puede tener un Plan de Igualdad municipal caducado desde 2017, un plan que se presentó a las distintas asociaciones y partidos políticos para que se enriqueciera con sus aportaciones, que fueron trasladadas a la Concejalía de Igualdad pero que nunca se incluyeron.
Por tanto, la reducción de la plantilla de VioGén, un Plan de Igualdad municipal caducado y la ausencia de un agente de igualdad son las herramientas con las que el Ayuntamiento pretende erradicar las violencias machistas en nuestro municipio.