La Concejalía de Urbanismo ha saneado y apuntalado el bajo derecha del bloque 67 para poner solución al deterioro del edificio. Técnicos municipales entraron el jueves 25 de febrero, con una autorización judicial, para llevar a cabo de inmediato la inaplazable intervención.
La concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, ha indicado que se ha actuado de oficio “para detener la degradación del edificio”. La edil ha destacado que ante el riesgo de colapso de las estructuras, el objetivo “es evitar que los vecinos puedan perder sus viviendas”.
Urbanismo ha realizado, con medios propios, la apertura de huecos de ventilación en las ventanas tapiadas, además de la desinfectación, desinsectación y desratización del interior de la vivienda. Los técnicos municipales han constatado que no existen filtraciones aunque el forjado está gravemente dañado. Por ello, han sido apuntalados el baño, la cocina y la galería. Los costes para las arcas municipales que conlleva esta actuación serán cargados a la propietaria de la vivienda a través de SUMA.
Los funcionarios municipales han podido entrar en la vivienda con una orden judicial. Tras diversos intentos, la propietaria de la vivienda no ha podido ser localizada. La autorización fue solicitada el 9 de febrero de 2016 y concedida el miércoles 24.
En la otra vivienda afectada, el bajo izquierda, propiedad del Obispado, han sido atendidos los requerimientos del ayuntamiento. Se ha limpiado y desinfectado la vivienda, además de apuntalar parte del inmueble.
En esta vivienda existen filtraciones de la bajante que tienen que ser canalizadas hacia el alcantarillado. Esta actuación deben acometerla los propietarios del inmueble al tratarse de un elemento común. En caso de que los vecinos no puedan afrontar el coste, el ayuntamiento actuará de forma subsidiaria en el plazo de quince días.
La concejala de Urbanismo, Mariló Jordá, ha explicado que este problema se remonta al año 1993. Desde entonces los vecinos no han dado solución a las filtraciones de la bajante.
El bloque 67 cuenta con 14 viviendas habitadas y 15 están vacías.
La Asociación de Vecinos del Barrio Santa Isabel solicitó hace unas semanas al ayuntamiento la actuación inmediata para poner solución al deterioro del bloque 67, uno de los que peor se encuentran en la barriada. El inmueble mostraba en su fachada manchas de humedad de grandes dimensiones que podrían afectar a la estructura del edificio.