Contribuir a la reducción paulatina del uso de la energía nuclear para evitar que provoque más daños sobre el medio ambiente y la salud pública. Con esta premisa, la agrupación local socialista propondrá una moción para cerrar la central nuclear de Cofrentes en el pleno del próximo miércoles 25 de septiembre.
San Vicente del Raspeig se encuentra a 101 kilómetros en línea recta de las instalaciones nucleares de Cofrentes. Está demostrado que en caso de accidente nuclear los daños colaterales pueden extenderse cientos de kilómetros. Por ello, ciudades algo más cercanas como Albacete o Valencia aprobaron hace meses sendas mociones solicitando el cierre de la central.
“La central nuclear de Cofrentes fue diseñada a finales de los años 60 del pasado siglo por un periodo de 25 años, pero en 2011 se prorrogó hasta el año 2021”, explica el portavoz de los socialistas José Luis Lorenzo. “Considerando la amortización de la vida de la central nuclear de Cofrentes, los residuos que genera y la herencia que podría dejar a las futuras generaciones de San Vicente, es necesario el cierre de la central valenciana”, subraya.
Instar al cierre y desmantelamiento de la central nuclear de Cofrentes en marzo de 2021; pedir al Gobierno de España la elaboración de un Plan de Eficiencia, Ahorro y Energías Renovables que permita la sustitución gradual de las energías convencionales; y expresar el rechazo de esta Corporación a la autorización del Gobierno de España para la construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central nuclear de Cofrentes, son los principales acuerdos que el partido proponen los socialistas.
Los efectos nocivos de la energía nuclear
La energía nuclear se caracteriza por producir una gran cantidad de energía eléctrica, pero también de residuos nucleares que hay que albergar durante miles de años en depósitos especializados y herméticos.
Esta energía es incompatible con un modelo energético sostenible ya que no cumple ninguna de sus premisas: no es económicamente eficiente, ni socialmente justa, ni medioambientalmente aceptable.
De hecho, la energía nuclear ha estado ligada a escándalos y problemas de salud pública y medioambientales como accidentes ocasionados por fallos humanos (Chernóbil) o sísmicos (Fukushima).