El PSOE ha querido expresar un año más, con motivo de la conmemoración del Primero de Mayo, su compromiso con todos los trabajadores y trabajadoras.
El compromiso del PSOE con esta fecha se remonta a 1890, primera vez en que se celebró en España, con manifestaciones auspiciadas por los socialistas, tras haberse acordado en el Congreso de la II Internacional de 1889, en el que estuvo presente nuestro fundador, Pablo Iglesias, que se utilizaría el día 1 de mayo para reclamar la jornada laboral de ocho horas.
Hemos querido, en primer lugar, que esta jornada sirva como recuerdo de la lucha de los trabajadores que, en diferentes puntos de nuestro planeta, aún pelean por sus derechos laborales más básicos, tanto los que se refieren a las condiciones de trabajo, como a los socioeconómicos, como a la más elemental libertad sindical.
También hemos querido expresar nuestra preocupación más profunda por el avance en la UE del populismo, de la extrema derecha y del euroescepticismo. Creemos que una Europa que ponga énfasis en la inversión y el empleo, junto con políticas públicas como el Pilar Social, que apueste en definitiva por un mayor bienestar social, logrará poner freno a la amenaza demagógica de quienes quieren destruir el proyecto europeo.
En este 2018, el PSOE quiere además hacer efectiva esa vinculación histórica con los derechos de la clase trabajadora alzando su voz contra el progresivo deterioro de la cohesión social en España. La recuperación económica que vive nuestro país se está desarrollando completamente desligada del bienestar social. Sólo un 20% de la población, la que cuenta con más renta, ha experimentado ganancias significativas desde el comienzo de la crisis, y particularmente el 10% de rentas más altas. El 80% de la población, las clases medias y trabajadoras, han experimentado un fuerte e inaudito estancamiento en su bienestar, cuando no un retroceso como es el caso del 10% con menor renta.
El desempleo aún afecta a más de 3,7 millones de personas, de las que alrededor de dos millones son mujeres. El 90% de los contratos son temporales y la contratación parcial no deseada se ha incrementado. Al tiempo, los niveles de cobertura en la protección por desempleo permanecen aún muy lejos de los que había en 2011. Bajo estas cifras hay personas, realidades, proyectos de vida truncados a la vez que los medios de comunicación públicos en manos del PP venden una recuperación de ensueño.
El Gobierno del PP, sustentado fiel y acríticamente por Ciudadanos, ha presentado un proyecto de Presupuestos Generales del Estado que no da respuesta a ninguna de las urgencias económicas del país. Al contrario, se da una respuesta de parcheo a la revalorización de las pensiones, no se garantiza su actualización conforme al IPC, ni se entra en el gravísimo problema de la sostenibilidad de la Seguridad Social, se reduce la protección de las personas desempleadas y la aportación del Estado a las políticas de empleo y se promueve la enésima rebaja fiscal que llevará invariablemente aparejado un adelgazamiento del Estado de Bienestar.
Los socialistas hemos presentado un Presupuesto alternativo en el que defendemos la sostenibilidad del Sistema Público de Pensiones y desarrollamos una propuesta de financiación para garantizar su suficiencia. Al tiempo, para garantizar unas pensiones dignas, exigimos la derogación de la reforma de pensiones impuesta por el PP en 2013 podemos afirmar igualmente que la derecha está desarrollando una estrategia económica injusta y nada redistributiva (más bien al contrario), sustentada con la reforma laboral impuesta en 2012, que ha generado precariedad y bajos salarios, y ha provocado el aumento de las desigualdades y la pobreza laboral.
Por ello, los socialistas nos comprometemos a derogar la reforma laboral del PP y a establecer un Nuevo Estatuto de los Trabajadores, basado en el diálogo social, la negociación colectiva y el empleo de calidad. Ante los retos de la globalización, los cambios en el empleo y la producción y la creciente digitalización de la economía, los socialistas defendemos el Trabajo Decente y la protección de los derechos de los trabajadores.
En paralelo a esta estrategia económica injusta con la reforma laboral de 2012 como eje, el Gobierno del Partido Popular, acompañado de sus gobiernos autonómicos, ha establecido también un claro programa de adelgazamiento de las Administraciones y un progresivo deterioro de los servicios públicos, singularmente de los que conforman nuestro Estado de Bienestar. La sanidad, la educación, las pensiones y la dependencia son las políticas públicas más castigadas por el afán irresponsable de la derecha de recortar lo público, con un sistemático disfraz de recorte de impuestos.
Por tanto, podemos decir que los trabajadores de este país están quedando fuera de la recuperación económica, afrontando su vida cotidiana con un estancamiento, cuando no una devaluación, de sus salarios, con un incremento de su esfuerzo económico para pagar su vivienda y con un Estado de Bienestar adelgazado hasta hacerse irreconocible.
Los socialistas también denunciamos la nula apuesta del Gobierno por la igualdad de la mujer: no se toman medidas para reducir la brecha salarial y se hurta de los Presupuestos Generales del Estado el dinero comprometido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Para el PSOE, esto supone una doble afrenta: la que se hace en desprecio de las mujeres que padecen la lacra machista y la que se hace a las fuerzas parlamentarias firmando un pacto que se incumple al día siguiente.
En definitiva, el PSOE ha demostrado con sus Presupuestos alternativos que se pueden fortalecer los servicios públicos, el Estado de Bienestar y las transferencias sociales en un esfuerzo de cohesión social que redistribuiría la mejora económica entre todas las capas de la población. Los Presupuestos alternativos presentados por el PSOE implican medidas fiscales justas: el esfuerzo de recuperar el Estado de Bienestar lo deben realizar las rentas altas, quienes más han aprovechado la recuperación económica, que son quienes menos han contribuido a que este país salga cohesionado de la crisis.
El PSOE cree, por tanto, que hay una alternativa posible y apela a los trabajadores y trabajadoras de este país a encabezar la alternativa a un Gobierno antisocial que no va a velar por sus intereses, sino al contrario.