San Vicente ha recreado hoy con brillantez las batallas que se libraron durante la Reconquista, durante la cual los reinos hispánicos cristianos retomaron los dominios ocupados por los mahometanos. Comandados por Los Astures, el Bando Cristiano ha puesto fin a la rebelión sarracena que desde la medianoche del pasado sábado mantenía ocupado el Castillo. “San Vicente ha de volver a la Cristiandad; y el moro, a sus desiertos”, se ha proclamado antes de la pelea, cuerpo a cuerpo, que ha culminado con rendición mora.
Con mucho público y antes de que arreciara el viento de poniente, la Embajada Cristiana ha puesto el broche esta mañana de 10 de abril a las fiestas de Moros y Cristianos de San Vicente 2018 (las Patronales aún continúan hasta el próximo domingo, 15 de abril). Con el éxito de la representación de la Reconquista garantizado, por la experiencia organizativa de la Unión de Comparsas Ber-Largas en conjunción con los servicios municipales, entre la comunidad festera sólo había incertidumbre y cierta inquietud por los resultados de la aplicación de la normativa sobre el uso de la pólvora.
“Creemos que San Vicente se ha adaptado bien a las nuevas normas, y a la vista queda que las embajadas no han perdido espectacularidad ni sonoridad”, ha declarado la edil de Fiestas, Asun París, en cuanto el Bando Cristiano ha reconquistado el Castillo. Por su lado, el alcalde, Jesús Villar, que ha seguido la Embajada junto a las Reinas de las Fiestas, ha resaltado la “importancia de las fiestas para los habitantes de San Vicente y su relevancia socioeconómica para la ciudad en su conjunto”, y ha animado a los vecinos y visitantes a que participen en los actos del amplio programa de fiestas que aún quedan hasta el próximo domingo.
Previamente a la pelea a los pies del Castillo se ha librado una batalla de arcabucería, con los cristianos en la calle de Alicante, esquina con la calle Jorge Juan, y los moros en la avenida Ancha de Castelar, esquina con la calle Trafalgar. Varios cientos de aleccionados festeros estaban acreditados para disparar sus avancargas. Y bien que lo han hecho, la mayoría hasta agotar los dos kilos autorizados por cabeza.
La toma del Castillo se ha realizado representando antiguos textos, con el embajador cristiano y el defensor moro del Castillo intercambiando palabras amenazantes. Se conmemora así el período de rebeliones sarracenas, ataques de piratas berberiscos y la expulsión de los moriscos, que tuvo lugar en el siglo XVII, época en la que, en algunos casos, tienen ya su origen los albores de esta celebración.
La Embajada Cristiana, en la que han asumido protagonismo los cargos de este año pertenecientes a las comparsas Astures, Pacos, Almogavers y Almorávides, ha sido hoy el acto central de las fiestas Patronales y de Moros y Cristianos de San Vicente, tras la festividad de ayer del patrón de la ciudad San Vicente Ferrer.
