La investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas se ha incorporado hoy al claustro de doctores Honoris Causa de la Universidad de Alicante
La tradición de Santo Tomás de Aquino se ha celebrado un año más en la Universidad de Alicante con la entrega de los premios extraordinarios a los estudiantes de grado y doctorado, en total más de un centenar y con la investidura de la investigadora y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, como doctora Honoris Causa.
En su discurso de aceptación del honoris causa por la Universidad de alicante, la doctora María Blasco, ha agradecido el nombramiento como “una obra colectiva”, destacando el trabajo de su grupo de investigación “por el que han pasado más de 50 científicos y científicas de todo el mundo”.
Blasco ha reivindicado en su intervención una suficiente financiación para la investigación “que no sólo posee la virtud de avanzar en el desarrollo de la humanidad, sino que también tiene la función de formar y servir de cantera para las siguientes generaciones de científicos”.
Ante un paraninfo de la Universidad de Alicante lleno, la nueva honoris causa ha asegurado que ha dedicado su vida a entender la “temporalidad del cuerpo humano” y a tratar de luchar contra el “envejecimiento que es la causa de la mayor parte de las enfermedades que afectan a nuestra sociedad” y ha recordado que fruto del trabajo de su equipo “hemos logrado que los ratones vivan sanos hasta un 40 por ciento más, que es como si la mayor parte de los humanos alcanzáramos los 115-120 años en buen estado de salud”, afirmando que “no queremos ser inmortales, lo que nos gustaría es ser eternamente jóvenes y no enfermar”, no como en el mito de Titón, “el cual, tras lograr la inmortalidad, se hacía cada vez más viejo y arrugado hasta que se convirtió en un grillo”.
María Blasco ha roto una lanza en su intervención a favor de la necesidad de “innovar y trasladar los descubrimientos básicos a las aplicaciones. Los científicos estamos ávidos de poder tener el apoyo necesario para trasladar nuestros descubrimientos a aplicaciones, ya que para un científico nada hay más gratificante que ver que sus logros puedan tener un impacto en la sociedad”.
Antes de finalizar se ha referido al responsable de que descubriera la Biología Molecular en una charla sobre ingeniería genética en COU, en su instituto de San Vicente del Raspeig y que la hizo optar por su actual formación, probablemente Francisco Rodríguez Varela, el responsable, junto a Francisco Mojica de “uno de los descubrimientos más revolucionarios de biotecnología moderna”.
El rector, Manuel Palomar, ha destacado que la doctora María Blasco representa los valores que impulsa la Universidad de Alicante “la formación de calidad y la investigación de vanguardia” y ha agradecido a la nueva honoris causa por la UA su “contribución a la ciencia, compromiso con la investigación y su aportación socialmente responsable”.
Palomar ha incidido no sólo la contribución científica e investigadora de María Blasco, sino también su “apuesta decidida por la divulgación científica y el mecenazgo, así como por la responsabilidad con la sociedad y la igualdad” y ha señalado que “no es un capricho, es una necesidad apoyar y reconocer la labor de nuestras investigadoras. Mantener los niveles de excelencia investigadora es una garantía de futuro”.
Amparo Navarro, vicerrectora de Investigación y Transferencia de Conocimiento, ha sido la encargada de pronunciar la laudatio de la doctora María Blasco, una intervención en la que ha realizado un recorrido a través de la vida de la nueva honoris causa de la Universidad de Alicante, desde su nacimiento en la partida alicantina de El Verdegàs, sus estudios en el Instituto de san Vicente del Raspeig, hasta la actualidad, al frente del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, pasando, obviamente, por su trabajo junto a la doctora Margarita salas, en el Centro de Biología Molecular del CSIC y más tarde con la doctora Carol Greider, en el Cold Spring Harbor Laboratory en Nueva York, quién sería reconocida en 2009 con el Nobel de Fisiología por su investigación junto la doctora Elizabeth Blackburm sobre los telómeros y la telomerasa.
“Lo peligroso no es irse, eso hay que hacerlo para aprender de otros. Lo peligroso es no volver”, afirmaba Navarro en la laudatio de Blasco, quién si regresó y de quién la vicerrectora ha afirmado, que “como todas las personas excepcionales, es poliédrica: combina a la perfección su labor investigadora con sus altas responsabilidades de gestión”. Aunque ha destacado de manera especial el compromiso de María Blasco con la transferencia, la innovación y la responsabilidad social corporativa, “la idea clave es que la ciencia tiene que aplicarse y estar al servicio de la sociedad y ja señalado que “durante su gestión, han pasado de uno a doce los hospitales que trabajan con CNIO y ha involucrado a compañías farmacéuticas”.
Premios extraordinarios
Tras la investidura de la doctora honoris causa, el paraninfo ha sido escenario de la entrega de más de un centenar de premios extraordinarios de grado y de doctorado, así como de un premio nacional de grado, para quienes el rector ha tenido sus primeras palabras. Palomar ha felicitado a todos los titulados del curso 2015-2016 “representados aquí por los compañeros que han logrado premios extraordinarios”.
El rector ha animado a los egresados a “ser un ejemplo vivo de del comportamiento ético de los estudiantes de la Universidad de Alicante, a ser embajadores permanentes de sus valores de tolerancia, espíritu crítico y de comportamiento responsable”.
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