El concejal de Hacienda, Alberto Beviá, considera que Enrique Ortiz utiliza argumentos ficticios al solicitar la anulación del Presupuesto para 2016. El constructor ha presentado un escrito de alegaciones en el que reclama al consistorio cerca de tres millones de euros, cuando en realidad es la constructora de Enrique Ortiz la que adeuda a las arcas municipales de San Vicente 1.918.000 euros.
El concejal Alberto Beviá explicó que los argumentos del abogado de Ortiz no tienen fundamento ni económico ni legal. “Quieren obligarnos a consignar una partida en el Presupuesto para hacer frente a una supuesta indemnización de tres millones de euros que ellos se han inventado, ya que no hay ninguna sentencia judicial ni reconocimiento alguna de esa deuda que no existe”, manifestó.
Al contrario, los pronunciamientos judiciales hasta la fecha vienen dando sistemáticamente la razón al Ayuntamiento de San Vicente. En concreto, el Juzgado nº 4 de Alicante, en sentencia del pasado 16 de julio de 2015 (nº 320/2015) desestima el recurso de Ortiz contra el acuerdo municipal que acordaba incautarle la garantía y exigirle daños y perjuicios por su renuncia unilateral a seguir explotando el parking subterráneo del ayuntamiento. Dicha sentencia dice textualmente: “En consecuencia, hallándonos ante una decisión de resolución contractual y unilateral, no producida ni deseada por el Ayuntamiento, sino por la sola voluntad de la actora de abandonar la concesión al no resultarle rentable la explotación, es por lo que se considera procedente la incautación de la fianza y el abono de la oportuna indemnización”.
En el último pleno del año, celebrado el 21 de diciembre, se aprobó el Presupuesto para el próximo año que asciende a 36 millones de euros. En dicha sesión plenaria, también figuraba en el orden del día la liquidación definitiva del contrato de concesión obra pública del aparcamiento subterráneo del edificio del ayuntamiento, que construyó Enrique Ortiz e Hijos. Fue el propio Ortiz quien pidió la rescisión unilateral del contrato, al no interesarle continuar con su explotación porque al parecer no ingresaba el dinero que él esperaba. El asunto está en los tribunales.
La resolución de la concesión de explotación del aparcamiento subterráneo conlleva la indemnización al Ayuntamiento de San Vicente por los daños y perjuicios ocasionados. La cantidad se ha concretado en 2.050.000 euros. Descontada la garantía de 132.000 euros, la liquidación definitiva de la concesión queda finalmente en 1.918.000 euros que la empresa de Enrique Ortiz tendrá que abonar al Ayuntamiento de San Vicente. Esta liquidación definitiva se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos en el pleno de diciembre. Por tanto es Ortiz el que tiene cuentas pendientes con el ayuntamiento y no al revés.
Los servicios jurídicos del ayuntamiento confirman que no es necesaria ninguna cobertura presupuestaria, “puesto que el acuerdo de 21 de diciembre de 2015 se resuelve en una única cantidad como saldo de liquidación, los 1.918.000 euros que debe abonar el concesionario al Ayuntamiento de San Vicente”.
La acción de Ortiz conlleva el retraso en 15 días de la entrada en vigor del Presupuesto para 2016 y se ha prorrogado el anterior. “Ello no supone ningún problema económico, ni de nóminas, ni de pago a proveedores”, dijo Alberto Beviá. El concejal de Hacienda señaló que estas alegaciones se han presentado el día 14, que era el último día que legalmente se podía alegar contra las cuentas municipales de 2016.
El equipo de Gobierno llevará al pleno de 27 de enero, estas alegaciones, que previsiblemente se desestimarán. Una vez realizado este trámite, el Presupuesto de 2016 se remitirá al Boletín Oficial de la Provincia y entrará en vigor cuando sea publicado.
El concejal de Hacienda ha criticado el proceder de Ortiz, que únicamente busca su beneficio personal. “Fue él quien dejó abandonada la explotación del aparcamiento, lo que nos causó un grave perjuicio económico, y ahora nos reclama tres millones de euros cuando es él quien nos debe dinero”, resaltó Beviá, que criticó la acción de Enrique Ortiz, “que con su legión de abogados solo busca su interés personal sin importarle nada más”.