En los pasados meses son muchas las solicitudes, quejas y reclamaciones que los diferentes sindicatos han vertido por diversos cauces al Ayuntamiento de San Vicente. La falta de seguridad en el acceso al edificio, irregularidades en la previsión de una plaza en la Biblioteca Municipal, la improvisada puesta en funcionamiento de la sede electrónica (con claro perjuicio para la ciudadanía y para el personal del Ayuntamiento), la arbitrariedad en las actualizaciones de la Relación de Puestos de Trabajo, problemas de vestuario, de adecuación de instalaciones de trabajo, gestión del teletrabajo, plan de productividad por objetivos, carrera profesional, promociones, convocatoria de plazas, y un largo etcétera.
La última reclamación ha sido a través de un escrito interno del Sindicato Profesional de Policias Locales y Bomberos (SPPLB) de San Vicente del Raspeig, donde denuncian la asignación a un funcionario, de casi 2.500€ euros (complementarios a su salario) y que viene a retribuir funciones que no están cubiertas por su sueldo en los meses de julio y agosto.
David Navarro, portavoz del grupo municipal, afirma que “es incomprensible la arbitrariedad con la que se realizan estas valoraciones, ya que hay otros puestos de trabajo a los que se les han añadido funciones, y otros tantos que las están realizando desde hace mucho tiempo, y no reciben compensación alguna por ellas, lo que nos parece un agravio flagrante”.
En relación a este caso, Podemos San Vicente ha solicitado al Equipo de Gobierno más información. El grupo municipal viene reclamando al equipo de gobierno la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y la Valoración de Puestos de Trabajo (VPT), con todas sus modificaciones, para estudiar a fondo la situación y las medidas que se pueden tomar al respecto. Pese a que el Concejal de Recursos Humanos prometió en pleno que la nueva RPT se iba a realizar, el tiempo ha pasado y lo que sí se produce sistemáticamente son modificaciones ad hoc, hechas al momento y para cada situación, por no decir para cada persona.
“El asunto es muy grave, y de dudosa legalidad, se elige con arbitrariedad qué acuerdos de las mesas de negociación van a pleno y cuáles no, a pesar de que muchos acuerdos lleven sobre la mesa muchísimo tiempo”, incide David Navarro. “La gestión de Recursos Humanos en este mandato no solo no ha solucionado ninguno de los problemas que había, y había muchos, sino que además está añadiendo muchos más. Y esto no solo afecta a las y los trabajadores y al funcionariado, sino que tiene su reflejo en los servicios dados a la ciudadanía, como se ha visto muy claramente con el colapso del CIVIC y la gestión de la pandemia”.