El oficial de Policía, Ramón Villodre Parra, con 37 años de servicio, y el agente, Rafael Picó Gimeno, con 41 años de servicio, este último a título póstumo, recogido por sus hijos Sonia y Rafael, han recibido el reconocimiento por su labor de servicio público en el cuerpo de la Policía Local de San Vicente del Raspeig.
La edil de Seguridad, María Isabel Martínez, ha destacado que «ambos han sido un ejemplo para toda la policía», mientras que el alcalde, Jesús Villar, ha puesto en valor «toda una vida profesional dedicada a los vecinos y vecinas del municipio en un ámbito tan importante como es la seguridad de todos».