El alcalde, Jesús Villar, y miembros del equipo de gobierno mantienen una reunión telemática con UGT para explicarles las medidas que ha adoptado el Ayuntamiento orientadas a frenar las consecuencias de la crisis sanitaria.
La reactivación de políticas sociales y económicas para hacer frente a las consecuencias de la crisis causada por el coronavirus ha sido el punto fuerte en la reunión mantenida entre el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig y UGT.
Dicha reunión ha contado con la participación por parte del consistorio del alcalde, Jesús Villar, la concejal de Servicios Sociales, Isabel Candela, el concejal de Recursos Humanos, José Manuel Ferrándiz y la concejal de cultura, Raquel Rodríguez mientras que por parte de UGT se encontraban, la secretaria de UGT en L’Alacantí – La Marina, Yaissel Sánchez y las coordinadoras territoriales, Yolanda Díaz Serra y Amparo Gómez.
El alcalde, Jesús Villar, y los diferentes concejales les han explicado las líneas que se están llevando a cabo como el Plan Municipal de Intervención Social para disminuir los efectos generados por la crisis sanitaria o el Plan ‘Avant’ que tiene como objetivo paliar y actuar de manera inmediata para poder mantener la actividad económica y empleo local. Ambos paquetes están dotados con más de un millón de euros tras diferentes modificaciones presupuestarias.
El área de Servicios Sociales ha reforzado el equipo para poder dar un mayor servicio y llegar al máximo de personas posibles. Ha puesto en marcha los cheques nominativos para ayudar a las familias en la compra de alimentos de primera necesidad. Las personas sin hogar fueron alojadas en pensión completa. Se han habilitado diferentes números de teléfono para dar una ayuda psicológica y jurídica, además de contactar telefónicamente con las personas mayores de la localidad que viven solos y se están dando ayudas de alquiler e hipoteca de viviendas para que la ciudadanía pueda permanecer en sus hogares.
Cuentan también con ayudas las microempresas y autónomos que se hayan visto obligadas bien a suspender la actividad presencial o de apertura al público, así como reducida su facturación como consecuencia del estado de alarma. Se trabajó en un paquete con 12 medidas para que los hosteleros y comerciantes puedan afrontar la grave situación por la que estamos pasando.
Otro de los puntos que se trató en la reunión fue la incidencia de la Violencia de Género durante esta crisis.
