Este mediodía miembros de la Corporación Municipal, trabajadores del ayuntamiento, y ciudadanos, han guardado un minuto de silencio para condenar los asesinatos de Rosario, de 72 años, vecina de Zaragoza, y de la mujer de 47 años de Valls (Tarragona), que ejercía la prostitución y cuya muerte (hace 15 días) se ha renocido como asesinato por violencia de género.
La trabajadora del ayuntamiento, Verónica Ortuño, ha leído un manifiesto de rechazo, en el que se expresa que la violencia machista es un atentado contra la paz, contra el desarrollo de la sociedad y contra la democracia. También ha leído que se ha de trabajar por una sociedad libre de violencia donde predominen las formas de convivencia plural y solidaria.
En la lectura se ha manifestado que la violencia machista también es un problema de los poderes públicos, de las instituciones y de toda la sociedad en su conjunto. Es, en definitiva, un problema de Estado. También se ha dicho que una parte fundamental de la lucha contra la violencia de género es su condena social, rotunda y sin paliativos. El manifiesto ha concluido con un ¡Basta Ya!