Si el rey Jaume I viese en que se ha convertido el ‘Reino de Valencia’ estaría orgulloso de ver como entre todos y todas hemos construido un lugar justo, igual y noble. En el 9 d’Octubre mostramos nuestra naturaleza y alzamos la voz para decir orgullosos que vivimos en un lugar con un clima y una gastronomía envidiable, ricos en cultura y con una lengua propia.
Así nos diferenciamos y de esta manera queremos compartir con el resto de ciudades que las puertas de la Comunidad Valenciana están abiertas a todas las personas que quieran conocer nuestro territorio. Un territorio marcado por los principios de la igualdad y la justicia.
A día de hoy, podemos decir que, viviendo la situación política por la que atraviesa el país, el Gobierno Valenciano es ejemplo de unidad y sensatez. Por que hay muchas características que nos diferencian dentro de nuestra autonomía y que tenemos que seguir corrigiendo pero que a su vez nos unen y nos hacen ejemplo de las relaciones entre instituciones y ciudadanía. La Comunidad Valenciana es sinónimo de unidad, diversidad y respeto, donde debe primar el bien común de los ciudadanos por encima de cualquier ideología.
Somos ejemplo de que la política social es posible. Ejemplo de lo que significa un gobierno de cooperación y plural. Por eso, en un día como el de hoy, también es momento de reivindicar que las diferencias de Estado deben ser motivo de reflexión y no de inestabilidad. Las administraciones públicas deben dar soluciones a las necesidades de los ciudadanos y de las ciudadanas y para ello debemos de forjar lazos fuertes entre el Estado, las Autonomías y los Ayuntamientos. Los tres debemos avanzar en la misma dirección. Con una financiación equilibrada y sin tratos discriminatorios que repercuten de manera directa en nuestros vecinos y vecinas.
San Vicente del Raspeig es una ciudad orgullosa de pertenecer a este plural y característico rincón de España como es la Comunidad Valenciana. Hoy es día de seguir escribiendo la historia desde la concordia y la convivencia.